¿Qué tienen en común Einstein, Picasso o Hemingway, aparte de ser exponentes de sobrada genialidad? Cada uno tenía la capacidad de fundirse con su trabajo y alcanzar el clímax de la productividad.
Para poetas, pintores y músicos
es la musa, para los deportistas es la zona. Para muchas civilizaciones
antiguas era el éxtasis (etimológicamente, ‘estar fuera de sí’). No todo el
mundo experimenta en el trabajo el estado de gracia que te hace sentir en tu
mejor momento, infinitamente productivo y creativo, y puede que la mayoría no
estén familiarizados con su denominación técnica: estado de flow o de flujo
psicológico, desde que lo acuñara Mihály Csíkszentmihályi en los años 90.
Los emprendedores, por suerte,
son propensos a experimentar el flow por sus grandes dosis de automotivación y
pasión por sus proyectos. Si bien comparten muchos rasgos con la psicología
positiva, pueden además multiplicar los beneficios asociados al estado de
flujo, como lo indica Lucía Ceja y Pilar
Fernández, coach y expertas en la materia. Sigue el siguiente decálogo del flow
y, por qué no, emula a los grandes genios.
Los estados de flujo psicológico
nacen de una motivación intrínseca –una actividad que te produce satisfacción
por el simple hecho de hacerla, sin pensar en lograr un objetivo extrínseco
como dinero o reconocimiento—. La investigación demuestra que las personas que
experimentan el flow suelen disfrutar con lo que hacen, y no se debe tanto a
qué hacen, sino a cómo lo hacen (por ejemplo, disfrutan descubriendo e
inventando, al margen de la utilidad de lo inventado o descubierto). Practica
el círculo virtuoso del flow: te sientes bien haciendo lo que haces, y
disfrutar con ello te hace más competente y creativo.
2. Equilibra dificultades y destrezas
Pero para conseguir disfrutar se
han de dar las condiciones básicas de todo instante de flujo: que los retos no
superen tus competencias, porque te provocarían ansiedad, y que tus
competencias no sean muy superiores a los retos, lo que te sumiría en el
aburrimiento.
Cuando los desafíos son
proporcionales a tus habilidades, tu conciencia entra en flujo, te sumerges en
un estado de conciencia especial en el cual las horas pasan volando. La
vivencia es de trabajo automatizado, sin ninguna sensación de esfuerzo. Resulta
tan grato el momento que paradójicamente el disfrute pasa inadvertido de tan
intenso que lo sientes, la acción se ejecuta como resultado de una extraña
fusión con la misma.
3. Toma conciencia de tus fortalezas
Como emprendedor, posees un alto
grado de autodeterminación y autonomía, lo cual propicia la generación de
espacios para experimentar flujo. Identifica tus fortalezas y empieza a usarlas
en tu día a día de manera consciente. Si lo haces, te guiarán directo a un
nivel de concentración óptimo para activar el flujo.
Reconstruye tu puesto de trabajo
para priorizar aquellas actividades que naturalmente te llevan a experimentar
flow; es ahí donde puedes aportar mayor valor a tu trabajo y a tu organización.
4. Crea un método de trabajo personal
Especialmente en el flow asociado
a procesos creativos puede resultar complicado superar el síndrome de la página
en blanco. Muy a menudo, en los momentos iniciales crecen las dificultades y no
sabes muy bien hacia dónde enfocarte. Por ello, es importante crear un método o
modelo interno de trabajo personal que permita la disciplina imprescindible
para avanzar y no abandonar, así como para situar tu trabajo en contextos más
fácilmente abordables. A veces resulta difícil esquivar la tentación de dejarte
llevar y posicionarte en otros estadios de producción más sencillos, pero menos
prometedores.
5. Ponte metas claras
Si tienes claro de dónde partes,
sabrás hacia dónde vas. El proceso creativo suele desencadenarse al toparte con
un problema, algo que no funciona bien, una contradicción de tipo intelectual,
una laguna dentro de un cuerpo de conocimientos, o el simple deseo de mejorar
la calidad de vida por medio de algo novedoso y útil. El elemento común a todas
estas oportunidades de creación reside en la claridad de las metas para
comenzar el proceso creativo. En algunas tareas creativas, las metas no se
pueden fijar previamente a la ejecución, por lo que deberás desarrollar un
importante significado personal de tu trabajo.
6. Busca retroalimentación
Como en cualquier juego con el
que te diviertes, el flujo requiere feedback continuo, conocer en cada momento
el resultado de tu acción. Cuando estás inmerso en un momento lúdico es
importante saber en qué medida lo estás haciendo bien y así orientar tu acción.
Cuando no es posible obtener retroalimentación fácilmente, tomar conciencia de
la consecución de tu meta generará orden en la misma y fortalecerá la
estructura de tu personalidad, según Csikszentmihalyi.
Tras experimentar flow aumenta tu
autoeficacia, o percepción de que puedes realizar una actividad
satisfactoriamente. El flow es autorrealización, satisfacción y plenitud cuando
logras alcanzar de forma efectiva tu objetivo del día.
7. Evita las distracciones
Altos niveles de concentración
son clave para experimentar flow, ya que, al conseguir olvidarte de todas las
preocupaciones y aspectos negativos de la vida, el gozo de ejecución es mayor y
la creatividad se ve potenciada. Toda creación que merezca ser tenida en cuenta
nace del recogimiento y la concentración.
Ya has alejado de tu conciencia
las preocupaciones que tantas distorsiones producen en tu trabajo y te sientes
sumergido en todas las dimensiones del fluir. Te alejas de tu propio yo, tu
entorno se desvanece y la vivencia del tiempo se distorsiona al estar fundido
con tu tarea, sintiendo la belleza de la ejecución de la actividad en todo su
esplendor.
8. Expande tu creatividad
Cuando experimentas flow tu
capacidad cognitiva se expande y te lleva a ser más innovador, ya que tu
cerebro integrará de manera más eficiente la información a nivel cognitivo,
emocional y corporal. Asimismo, sumergido en el flow desaparece por completo el
miedo al fracaso y al qué dirán, lo que te permite probar nuevas maneras de
realizar una tarea y enfrentar nuevos desafíos logrando niveles más altos de
creatividad e innovación.
9. Aprende más deprisa
La vivencia del flujo psicológico
es tan completa que amplía drásticamente los canales de tu consciencia,
aumentando tu creatividad y eficacia, y permitiéndote aprender más
deprisa. Fluir te lleva a querer repetir
la actividad que te ha brindado gran satisfacción y la rueda del aprendizaje se
activa: cuanto más practicas, más disfrutas y aprendes; ergo, cuanto más
repites la tarea, más competente y creativo te vuelves. Pero para seguir
fluyendo debes aumentar la complejidad de la tarea o caerás en un aburrimiento
que mataría el flujo.
10. Vive en el presente
Para experimentar flow es
importante que aprendas a estar presente en cada momento, de tal forma que
propicies experiencias de micro-flow –las que puedes detonar realizando
actividades en un margen de tiempo corto—. Centra toda tu atención en lo que
estás haciendo, en el aquí y ahora, sin dejar que tu mente se traslade al
pasado o al futuro. Es en el momento presente donde podrás vivir varias
experiencias de micro-flow a lo largo del día, aun cambiando de una tarea a
otra.
11. Administra tu energía
Los emprendedores suelen tener
control sobre las tareas que realizan, pero deben alinearlas a su misión en su
trabajo diario. ¿Qué aporta cada actividad a la totalidad del proyecto?
Céntrate en las actividades que son importantes para tu proyecto vital y reduce
al máximo las que no aporten nada. Procúrate varios periodos de descanso al día
(el contacto con la naturaleza ayuda a limpiar nuestra mente) y regresa al
trabajo despejado y con la capacidad para concentrarte de nuevo.
12. Fortalece tu misión y visión
Como dueño de tu proyecto, desde
el primer día éste suele encajar con tu misión personal, lo que te permite
tener una visión alineada con tus fortalezas y tu capacidad para persistir ante
las dificultades. Desarrollar tu misión y visión personal además te permitirá
poner en práctica la filosofía finlandesa del sisu, una cualidad que se define
como la extraordinaria determinación, coraje y tenacidad para enfrentar la
adversidad extrema y transformar tus limitaciones en fronteras. El sisu
convierte las dificultades en desafíos positivos y cada obstáculo en una
posibilidad para experimentar flow y mejorar tu desempeño.
Alcanzar el estado de flow es
lograr un estado óptimo de consciencia que catapultará tu productividad, sin
embargo, no puede convertirse en una obsesión o un fin en sí mismo. Numerosos
estudios demuestran la variabilidad continua tanto del rendimiento como de la
capacidad para experimentar flow. Al realizar una misma tarea continuamente es
habitual pasar de un estado de conciencia al otro –del aburrimiento, a la
apatía, a la ansiedad y el flow—, lo cual has de aceptar como parte de la
naturaleza humana.