La organización es un ecosistema habitado por personas cuyo desempeño y productividad se ven influidos por las emociones, las suyas, las de sus compañeros y las de la organización. El correcto manejo de estas determinará un mayor y mejor desempeño.
Las Emociones positivas.
La Teoría de ampliación y
construcción de emociones positivas de Barbara Fredrickson, profesora de la
Universidad estadounidense de North Carolina, e investigadora del Laboratorio
de las Emociones Positivas y la Psicología, enuncia que las emociones tienen
una función adaptativa:
Las emociones negativas (Miedo,
ansiedad, ira), nos preparan para una reacción inmediata, la supervivencia en
una situación de peligro, obcecan a la persona y no le permite tener una visión
de las posibles soluciones alternativas a un problema.
Las emociones positivas (Alegría,
gratitud, serenidad, interés, esperanza, orgullo, diversión, inspiración,
asombro y amor), tienen un efecto diferente, abren las miras, y ofrecen vía
libre a otras posibilidades. Además, no son inmediatas, dotan de nuevas
competencias a la persona que podrán ser puestas en práctica en la siguiente
situación adversa que se deba afrontar. Las personas emocionalmente positivas,
se sienten bien, son más sanas y tienen mayor longevidad.
Efectos de las emociones
positivas
Los tres efectos o consecuencias
de carácter secuencial, que generan las emociones positivas son:
La ampliación: amplían las
tendencias de pensamiento y acción.
La construcción: a partir de la
anterior, se favorece la adquisición de recursos personales para enfrentarse a
las adversidades.
La transformación: a partir de la
construcción, entre otras capacidades, se aumenta la creatividad de la persona,
su capacidad de integración social y su resiliencia. Esta transformación
provoca sinergias que se retroalimentan de forma que se generan nuevas
emociones positivas.
Esta teoría se ha aplicado al
genérico campo de la Autoayuda, y se han comprobado los beneficios de la
aplicación de las emociones positivas en pacientes, muy especialmente, con
patologías de tipo cardiaco.
Prescripción de terapias para el fomento de las 10 emociones positivas
1.- La Alegría en la empresa
Celebrar de forma sincera los
grandes y pequeños éxitos de la organización, hacer partícipes a los empleados,
es el primer paso para generar la alegría colectiva. Un nuevo contrato, un
nuevo producto, una incorporación, una despedida…, cualquier hito es una
oportunidad de generar alegría.
Javier Fernández Aguado,
presidente del Grupo MindValue y reconocido internacionalmente como un experto
en Gobierno de Personas y organizaciones, en su modelo organizacional “Feelings
Management”, referido a los estados emocionales en las organizaciones, define
la alegría como “el estado emocional en que los equipos se desarrollan en la
proactividad, el esfuerzo, el compromiso (Optimismo) y la motivación de logro
(Satisfacción). Su iniciativa y flexibilidad favorece su orientación al cambio
y su notable motivación determina la búsqueda del desafío constante y el
interés por la mejora y la innovación (Euforia)”.
En la mayoría de las
organizaciones, la celebración (¿?) se limita a una comida anual de Navidad en
la que todos permanecen rígidos, con la sonrisa y postura forzada para la foto
de recuerdo. Celebremos cualquier cosa, lo más absurdo, la alegría lo merece.
2.- La Gratitud mutua
En la mayoría de definiciones de
cultura organizacional se expresa la importancia de los recursos humanos como
uno de los Valores principales, pero, ¿la empresa se lo cree realmente?
El líder debe preocuparse
continuamente por el trabajador, por sus problemas personales, por sus
inquietudes de carrera, por sus necesidades en general. Forma parte de sus
funciones “ordinarias”.
Cualquiera agradece que se esté
pendiente de su bienestar. En la mayoría de las empresas, con suerte, sólo se
pregunta por esto al trabajador en la entrevista de evaluación semestral o
anual. No olvidemos que la empresa también debe dar sinceras gracias al
trabajador por su esfuerzo y por su dedicación.
3.- La Serenidad necesaria
Se consigue compartiendo los
objetivos estratégicos con el trabajador. Cuando éste sabe lo que se espera de
él, puede planificarse. Normalmente nadie tiene clara la misión de su puesto,
simplemente tiene en mano su extintor buscando un fuego que apagar.
Los ambientes laborales serenos
permiten un desarrollo de tareas con mayor calidad. La incertidumbre y las
prisas ocasionan lo contrario, y nuestros clientes lo van a percibir. Una
coyuntura de presión por eventuales plazos o cargas de trabajo, es soportable
en cortos periodos, pero no puede ser sostenida en el tiempo.
4.- El Interés por lo que hacemos
La organización debe promover
espacios y tiempos para la formación y la innovación. Formación en lo que
interesa a la empresa, y lo que interesa al trabajador. ¿De verdad inviertes en
formación, o gastas tu crédito de la Fundación para la formación en el Empleo
en café “descafeinado” para todos?
Permitir la innovación y la
experimentación, y reconocer el mérito, reconocer y compartir el éxito, y
reconocer el derecho al fracaso de la idea. En entornos VUCA las organizaciones
que no innovan tendrán difícil el éxito empresarial, y muchas, su supervivencia.
5.- La Esperanza en superar las crisis
La empresa debe crear una cultura
de “resiliencia organizacional”, esto es, que se aprenda de las dificultades y
coyunturas negativas para planificar mejoras futuras. Esto permite no perder la
calma necesaria para afrontar este tipo de situaciones, y la creencia basada en
la experiencia en la superación de anteriores situaciones adversas, prepara a
las personas y a la organización, para afrontar nuevas brechas con seguridad de
éxito.
La propia Barbara Fredrickson, en
su artículo El poder de los buenos sentimientos, indica que “Las emociones
positivas fortalecen el cuerpo y el espíritu y nos preparan para las épocas de
crisis, (…) hasta es posible adiestrar la mirada a través de la lente
optimista”.
6.- El Orgullo por estar aquí
El orgullo de pertenencia está
muy relacionado con el Employer Branding. La generación de valor social para
todos los grupos de interés, entre otros, los accionistas, los empleados, la
sociedad y los clientes. Si lo que hacemos de verdad genera este valor social,
además del necesario valor económico, las personas sienten una mayor
satisfacción hacia la organización. La implantación de planes de
Responsabilidad Social Corporativa es vital para la generación de esta emoción.
Por otro lado, está la necesidad
de dotar valor intrínseco a las tareas: cuando lo que haces tiene un valor
reconocible, la satisfacción laboral aumenta. Todos los trabajadores deben
conocer en qué medida contribuyen al negocio, cuál es el sentido de sus tareas.
Se deben establecer políticas de comunicación en este sentido.
7.- La Diversión organizacional
Consiste en proporcionar un
ambiente de trabajo distendido, sin etiqueta, con la lógica presión de los objetivos,
pero en el que se promocione la diversión. Todo lo “fun” es “fun-tástico”. Fernando Botella, socio fundador
y CEO de Think&Action, consultora internacional especializada en desarrollo
del talento y transformación en las organizaciones, formula la teoría de la
“Fun Energy”, enunciada como “una nueva perspectiva del liderazgo que parte del
concepto de la diversión como catalizador de la concentración (flow) y de la creación
(llevar a la acción)”.
Según esta teoría, se entiende
por Felicidad “la conexión, identificación e implicación de los profesionales
con la propia compañía y lo que en ella sucede; como un “estado de flujo”, en
el que se dan cita la capacidad de
concentración, la máxima energía y atención en lo que se está haciendo, el
sentido de trascendencia, de estar haciendo algo que merece la pena, y el
disfrute con lo que se está haciendo”.
Basta ya de entornos en los que
cuando llega el líder, todos callan y se colocan los auriculares. Vamos a
divertirnos en el trabajo.
8.-La Inspiración del líder
Los líderes, cualquiera que tenga
personas a su cargo, deben ser modelos para los demás. La empresa debe
establecer usos y normas razonables que sean aplicados para todos por igual.
La mejor forma de inspirar a las
personas que están a nuestro lado es empezar por ser digno de admiración.
¿Cuántas veces has visto arbitrariedades basadas en relaciones personales,
familiares, o por razón de la superior categoría del sujeto del que se trate?
9.- El asombroso Asombro
Es necesario sorprender a los
trabajadores con novedades, mejoras, reinventando el orden de las relaciones
empresa – empleados. El estudio Awe Expands People’s Perception of Time, Alters
Decision Making, and Enhances Well-Being, llevado a cabo por psicólogos de la
Universidad de Stanford y de la Universidad de Minnesota, define esta emoción
básica como “uno de los instrumentos capaces de conectar directamente con el
cerebro irracional”.
En los experimentos se evidenció
que “la sensación de asombro modificó la percepción de los sujetos estudiados
haciendo que sintieran como si el tiempo se extendiera y cambiando aspectos de
conducta de los mismos, haciéndolos más pacientes, menos materialistas y más
dispuestos a ofrecer voluntariamente su tiempo para ayudar a otros”.
10.- El Amor por la empresa
Según Javier Fernández Aguado,
“el cariño del empleado por la empresa no se puede comprar, se merece”. Querer
a la compañía, comprometerse con ella, el Talent Engagement.
Una empresa que nos hace sentir
seguros y estimados, es aquella que se preocupa de generar todas estas
emociones positivas anteriores: alegría, gratitud, serenidad, interés,
esperanza, orgullo, diversión, inspiración y asombro
¿Qué empresario no querría
empleados más pacientes, menos materialistas y más dispuestos a ofrecer
voluntariamente su tiempo para ayudar a otros?
Material recopilado por Ing. Jorge Cortez